Desde hace tiempo voy recibiendo muchos mensajes preguntándome por
esta cuestión, una cuestión nominativa, así que me he decidido a
contestarla con un post. Efectivamente, la provincia de Logroño nació
por primera vez en 1822 y es en ese momento cuando se logra dotar de un
marco administrativo provincial, de los que se estaban creando en la
época, a una región que ya existía anteriormente y era llamada La Rioja
¿Pero entonces porque la provincia no se llamó La Rioja como habría sido
lo lógico y sin embargo se denominó como su capital?
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Primera mención documentada a La Rioja (año 1082) |
Conseguir
una provincia para La Rioja no fue en absoluto una tarea sencilla,
requirió más de medio siglo de reivindicaciones. Los riojanos de aquella
época lucharon, trabajaron y finalmente lo consiguieron. Fue un proceso
complejo, él cual es imprescindible conocer para poder comprender
adecuadamente el marco actual de la región, así como el posterior
proceso autonómico. Quien conozca bien ambos hechos históricos se
sorprenderá además de ver que tienen más cosas en común que
diferencias, a pesar de haber transcurrido tanto tiempo entre ellos.
Así pues, el capítulo del provincialismo riojano es algo importantísimo
que cualquier habitante de esta tierra debería saber. Me he planteado
varias veces escribir sobre ello, pero su complejidad me ha frenado
¿Cómo plasmar un proceso tan complejo de forma sencilla en un único post? He decidido que lo mejor era presentar primero a sus
protagonistas. Ya hablé muy brevemente de uno de ellos, de uno de los
más importantes, de aquella sociedad riojana de amigos del país fundada
en Fuenmayor. No obstante todavía queda por hacer.
Dicho esto
prosigamos con el tema en cuestión. Los diputados reunidos en Madrid
acordaron en octubre de 1821 dividir España en 52 circunscripciones, lo
cual se llevó a cabo finalmente el 27 de enero de 1822, momento en el
que nace la provincia riojana. Llegado el momento de poner nombre a cada
circunscripción, la primera en hablar fue la actual provincia de
Zaragoza que demandó denominarse Aragón. Esto provocó un enorme rechazo
en las provincias de Huesca y Teruel por ser ellas también aragonesas.
La solución al conflicto fue declarar obligatorio que a excepción de
unas pocas todas llevaran el nombre de su capital. Así nuestra
provincia, que se iba a denominar obviamente La Rioja, se quedó con la
denominación de Logroño. En un oficio de la época llegado a Logroño
desde Madrid dando cuenta de la aprobación de la provincia puede leerse:
“En la sesión de cortes celebrada este día se ha declarado a la Rioja
por provincia independiente bajo la denominación de provincia de Logroño
y por capital a esta ciudad”. Sin embargo a pesar de esto, el nombre de
Rioja nunca se llegaría a perder. Sus habitantes se llamaban riojanos,
no logroñeses y medios de comunicación e instituciones serían de La
Rioja y no de Logroño como el Ateneo Riojano (1922), el incombustible
diario LA RIOJA (1889), el Instituto de Estudios Riojanos (1946), el
periódico conservador ya desaparecido Diario de La Rioja (1900), Radio
Rioja (1933) etc…
La conservación del nombre durante tanto tiempo
es un hecho llamativo cuanto menos. Aquel proceso provincialista
riojano había desaparecido de la memoria colectiva con el paso del
tiempo, pero el nombre se mantenía vivo a pesar de carecer de
oficialidad, sus habitantes continuaban llamándose riojanos. El
sociólogo Sergio Andrés Cabello en uno de sus trabajos sobre la
identidad riojana lo describe así:
“el hecho más relevante en términos
de identidad fue la permanencia del nombre Rioja durante todo este
periodo. La Provincia era de Logroño, su capital, no de Rioja, pero sus
habitantes se denominaban riojanos y llamaban a su territorio Rioja,
pese a no ser un nombre oficial. (…) El valor performativo e identitario
del mantenimiento del nombre es vital ya que define, recoge y mantiene
una realidad que será riojana y no logroñesa.” Y en relación a este
mismo tema, en una entrevista en diario LA RIOJA dice lo siguiente:
“que
la gente se siga considerando riojana y no logroñesa quiere decir que
hay una identidad muy fuerte”.
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Primer diario LA RIOJA (año 1889) |
Llegados a este punto puede que
surja en el lector una nueva pregunta ¿Entonces porque no hubo nadie que
reivindicara el nombre Rioja hasta la llegada de la transición?
Realmente si hubo momentos históricos en los que se reivindicó este
nombre y se intentó dotar de oficialidad. Uno de ellos se da en 1929 por
parte de Diego Ochagavía, entonces secretario de la Cámara Oficial de
Comercio e Industria de Logroño. Recibió el apoyo de la diputación y
los ayuntamientos más importantes de la región. Otro tuvo lugar durante
la segunda república, de la mano del partido político Acción Riojana.
No obstante, lo cierto es que como consecuencia de los acontecimientos
históricos que se fueron produciendo en España a partir de 1822 no hay
muchas oportunidades de cambiar el nombre.
Posteriormente,
terminado el franquismo llega la transición española y en ese momento se
vuelve
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Pagina de la primera mención a La Rioja (año 1082) |
nuevamente a reivindicar el nombre de Rioja. Una demanda esta
que partió de la propia sociedad civil riojana. Los políticos se
pondrían a ello e intentarían satisfacer las peticiones del pueblo. Para
el cambio de nombre de la provincia, el gobierno civil a instancias del
Ministerio del Interior solicitó un informe y dictamen de cuatro
instituciones. Estas fueron el Servicio Provincial de Inspección y
Asesoramiento de Corporaciones Locales, el Instituto de Estudios
Riojanos (IER), la Real Academia de la Historia y la Sociedad
Geográfica. Ante la lentitud del proceso, el senador socialista Félix
Palomo preguntó el 12 de mayo de 1979 por la razón de esta tardanza en
realizar el cambio de nombre. La respuesta que el ministro de relaciones
con las cortes da, es que están pendientes del dictamen de la Real
Academia de la Historia que finalmente sería positivo, no así el de la
Sociedad Geográfica que quedó en tablas al solicitar la constitución de
una comisión científica que nunca llegó a formarse. El Servicio
Provincial de Inspección y Asesoramiento de Corporaciones Locales y el
Instituto de Estudios Riojanos (IER) ya habían dado con anterioridad su
visto bueno. Finalmente el 18 de septiembre de 1980 el cambio fue
aprobado por el pleno del congreso.
(En las fotos: La página del
Becerro Galicano de San Millán de la Cogolla donde aparece la primera mención documentada al nombre
de La Rioja. Esta escrito como
rivo de ogga y data del año 1082, aunque
tradicionalmente también se ha considerado como la primera la que
aparece en el fuero de Miranda de Ebro, escrito como
Rioga y
Riogam en
el año 1099, el primer número del diario LA RIOJA, año 1889 y el oficio original que da cuenta de la declaración de La Rioja en provincia independiente bajo la denominación de su capital)
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Documento original: La Rioja provincia independiente bajo la denomnación de provincia de Logroño |
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