sábado, 18 de agosto de 2018

LA ESCRITORA RIOJANA MARÍA LEJÁRRAGA Y LA VOZ DE LAS MUJERES. PARTE II:

(Continuamos con este tema que ya comenzamos anteriormente en otro apartado. Recomendamos a quien no lo haya hecho ya leer antes la primera parte del mismo titulada “La escritora riojana María Lejárraga y la voz de las mujeres. Parte I” y que podrá encontrar en nuestra página de divulgación de historia riojana aquí: LA ESCRITORA RIOJANA MARÍA LEJÁRRAGA Y LA VOZ DE LAS MUJERES. PARTE I: )

Retrato de María
En el año 1900 casada y viviendo en Madrid, María pasa a una nueva etapa de su vida como también lo hará la situación de la mujer en España. En esta época se comienza a debatir la cuestión del feminismo y los derechos de las mujeres, e incluso se llega a plantear reconocer el voto femenino a “las madres de familia, viudas o mayores de edad, a quienes corresponda el ejercicio de la patria potestad, debiendo emitir su voto por escrito o por medio de apoderado en la forma que los reglamentos lo determinen”. Una propuesta finalmente rechazada. Asimismo, una nueva reforma política permitió el acceso de la mujer al mercado laboral en ramas diferentes a la del magisterio, profesión esta tradicionalmente vinculada a la población femenina y de las pocas a las que podían acceder. La misma lleva pareja un aumento del acceso de la mujer a la enseñanza media, aunque no sin dificultades. Sin embargo, a pesar de esto, el fondo ideológico que existía entonces no había cambiado y el fin de la mujer para la sociedad de la época seguía siendo el matrimonio y la maternidad. Algunas féminas batallaron por ampliar sus derechos. Una de ellas fue nuestra protagonista, la cual prestó su voz y su escritura a la causa participando en conferencias y actos de propaganda sobre el tema. Además escribió varios libros como “Cartas a las mujeres de España” (1914), “Feminismo, feminidad y españolismo” (1917), y realizó numerosas colaboraciones en prensa, entre las que destaca la sección “La Mujer Moderna” en 1915 dentro de la publicación “Blanco y Negro”. También participó en la creación de algunas asociaciones feministas como la “Unión de Mujeres de España (UME)” en 1917 o el “Lyceum Club” en 1926 de carácter aconfesional y que supuso la crítica y el rechazo del sector católico español. Una muestra de esto la podemos ver en el Diario Carlista, en el cual se escribe que es un gravísimo peligro la existencia de este grupo por reunirse en el “¡..mujeres solas, libres de la presencia y de la autoridad del marido!” y que pretendía según ellos “acabar con la Religión corrompiendo a la mujer y apoderándose del niño”.

En 1920, Lejárraga participó en el “Congreso de la International Woman Suffrage Alliance”, de carácter feminista, representando a España y colaboró en la redacción de una carta sobre derechos femeninos.

En 1931, con el comienzo de la segunda república, María esperaba poner fin a las antiguas formas de hacer política tan poco favorecedoras para las mujeres. Se afilio al PSOE, partido con el que ya venía colaborando anteriormente por afinidad ideológica a través de la Agrupación Femenina Socialista de Madrid, participando en numerosos mítines. Una de las dificultades que encontró a la hora de intentar hacer efectivas sus reivindicaciones y hacer partícipe de ellas a otras mujeres fue el limitado bagaje cultural que tenía entonces el sector femenino de la población, el cual era consecuencia del veto educativo de género que entonces existía. Para solucionar el problema fundó una asociación llamada “Asociación Femenina de Cultura Cívica” en 1931 con objetivos educativos y que se declara ajena a cualquier partido político. No obstante, sí buscaba capacitarlas para que fueran ellas mismas las que eligieran su propia opción ideológica y política. Tuvo bastante éxito y seis meses después de su fundación contaba con seiscientas socias.
María con su secretaria

El 9 de octubre de 1933 Niceto Alcalá Zamora, presidente de la república, convocaba elecciones para el 19 de noviembre en primera vuelta y el 3 de diciembre para la segunda. El PSOE recomendó incluir en las candidaturas a mujeres, algo que sucedió en todas las circunscripciones electorales excepto en la de Madrid. Nuestra riojana se presentó para la de Granada y tras una trabajosa campaña electoral y una situación nada fácil, finalmente obtendrá su escaño desde el cual lucharía por los derechos femeninos.

Con el inicio de la guerra civil la riojana tuvo que exiliarse por Francia, México y Argentina. Al llegar el franquismo vio frustrado todo su empeño de mejorar la situación de la mujer en España, cuyos progresos en este ámbito para los que trabajó y lucho tanto fueron dilapidados en un brevísimo espacio de tiempo. Fue ignorada y olvidada. Finalmente murió en el exilio en Buenos Aires, poco antes de cumplir los cien años de edad en 1974. No deja de ser chocante que la sección femenina de la falange representara en 1936 “Canción de Cuna”, obra de nuestra protagonista, lo que demuestra hasta dónde puede llegar la ignorancia.

Actualmente cuenta con una calle en su nombre localizada en Logroño.

En nuestro artículo nos hemos centrado brevemente en la María activista, política y defensora de los derechos de las mujeres. Con ello no queremos desmerecer en ningún momento su talento como escritora, a la altura de las mejores plumas españolas. Una faceta de la riojana, que tendrá posiblemente otro apartado en nuestra página.

(En la foto un retrato de María de la O Lejárraga realizado por Julio Romero de Torres en 1928 y una foto suya con su secretaria)

EL FERROCARRIL LLEGA A LA RIOJA

Este documento de1857 da constancia de que se va a proceder a construir la primera línea de ferrocarril en La Rioja; dice así: "las corporaciones locales del señorío de Vizcaya, de asegurar la pronta construcción del ferrocarril que desde Bilbao debe atravesar el valle del Ebro por La Rioja......"

Lastima que el trazado actual de la región sea de ese siglo y a nuestros pocos trenes les adelanten los caracoles con el consecuente problema para la economía regional. Ya estamos en Haro que se ven las luces.

LA ESCRITORA RIOJANA MARÍA LEJÁRRAGA Y LA VOZ DE LAS MUJERES. PARTE I:

María de la O Lejárraga
María Lejárraga es una de las personalidades más destacadas del siglo XX, aunque sin embargo no ha recibido la merecida atención. Nacida en 1874 en San Millán de la Cogolla, fue una de las grandes escritoras de la época, además de política y destacada feminista, defensora de los derechos de las mujeres. Son años aquellos en los que el papel la mujer carecía de protagonismo y su función vital quedaba relegada a unas pocas actividades. No se esperaba de ellas en absoluto la dedicación política o artística.

Para hacernos una idea del pensamiento de entonces con el que tuvo que lidiar nuestra protagonista, revisemos la prensa de la época y ya que hablamos de La Rioja, echemos un vistazo al omnipresente diario LA RIOJA. En un artículo publicado en el verano de 1912, un varón, un tal Ferna, escribe aborreciendo lo que llaman “la mujer moderna”; dice así: “Pues bien; las tenemos políticas y de ocasión; que peroran en mitins; que matan toros; que conducen automóviles. Otras (la mayoría) no tienen más ocupación ni deberes que servir de figurines animados. Creo que estos no son los deberes de una mujer soltera y mucho menos casada” y concluye diciendo que ante tal tipo de mujer es mejor quedarse célibe o solterón. En otro artículo de la misma fecha una mujer que firma como “Una española” comenta: “Estad tranquilos, no os quitaremos puestos en política, no os impediremos manejar y gobernar el país (…) La mujer ha de ser ante todo y sobre todo madre y debe educarse para que instruya a sus hijos” y con estos argumentos arremete contra feministas, extranjeras y partidarias del sufragio femenino. En otros artículos se pueden leer felicitaciones a personalidades masculinas de La Rioja por haber tenido un hijo, pero a la madre no se la menciona en ningún momento, se la omite de forma constante. Con estos ejemplos nos podemos hacer una idea bastante aproximada del pensamiento de la época. La propia María Lejárraga pasa inadvertida en la prensa de su tierra y aparece en muy contadas ocasiones, a pesar de que se representaran obras suyas en los teatros regionales. Incluso en las fechas previas al comienzo de la guerra civil María llega a La Rioja para participar en mítines de izquierdas y se llega a escribir: “nos han dicho que es riojana de Zarratón”. 

También en el ámbito educativo la enseñanza media estaba vetada a las mujeres. Apenas seis pasaron entre 1842 y 1900 por el instituto de Logroño (actual instituto Sagasta) y no eran en absoluto bien vistas. La excepción era la escuela normal de maestras donde se formaban para ser “Maestras de Escuela” uno de los pocos trabajos a los que podían optar. Como es obvio, la tasa de analfabetismo, ya bastante alta de por si, lo era aún más en el sector femenino de la población.

María Lejárraga nació como hemos mencionado en San Millán de la Cogolla, “la aldehuela de La Rioja”, así la llamaba ella. La casualidad hizo que viniera al mundo en un lugar tan representativo para las letras españolas y aunque vivió allí poco tiempo, ella creía haber sido bautizada en la misma pila que Gonzalo de Berceo, con lo que quedó contagiada de la poesía. Además de la literatura, María se empapó del feminismo y el socialismo que llevaría en su ideario para siempre.
María con su marido

En 1895, a los 20 años, consigue el título de maestra y un trabajo en las escuelas municipales de Madrid. Edad esta a la que una mujer de su tiempo ya debía pensar en casarse. Lejárraga lo hizo cinco años más tarde con Gregorio Martínez Sierra, siete años menor que ella, algo muy poco habitual en la época. Así nuestra riojana comenzaría a escribir obras bajo el nombre de su marido, lo que sin duda provocaría que se tomaran más en serio sus trabajos en un mundo masculino.

(Continuará………)

Para ver la segunda parte del texto visitar nuestra página de divulgación histórica riojana en: LA ESCRITORA RIOJANA MARÍA LEJÁRRAGA Y LA VOZ DE LAS MUJERES. PARTE II:

(En la foto María Lejárraga y María Lejárraga con su marido Gregorio Martínez Sierra)

viernes, 17 de agosto de 2018

APUNTES HISTÓRICOS Y DOCUMENTALES DE LA RIOJA: EL COMPENDIO HISTORIAL DE LA RIOJA ( año 1701):

Portada original del libro
Hoy os traigo un libro de un valor documental incalculable, que cualquier riojano debería conocer. Se trata del Compendio historial de La Rioja de sus Santos y sus Santuarios del fraile del monasterio de Valvanera Mateo Anguiano Nieva, publicado por primera vez en 1701. Un libro que trata temas históricos sobre La Rioja y religiosos. Poco sabemos de la vida de este autor, para empezar desconocemos su fecha de nacimiento. Fue un erudito que escribió numerosas obras. El diccionario Espasa (año 1888) dice que nació a finales del siglo XVI o principios del XVII. José R. de Juana Rubio encontró su acta de bautismo fechada en 1610 en Anguiano, por lo que sospechamos que el libro en realidad data del siglo XVII y está publicado de forma póstuma. Sin embargo, al historiador Felipe Abad León no se le despejan todas las dudas en cuanto a este dato, ya que en las actas bautismales de Anguiano aparecen tres Mateo Anguiano Nieva diferentes entre 1567 y 1657, no siendo facil fijar cual de ellos se trata. Además los monjes capuchinos, como era el caso de nuestro protagonista, suelen añadir a su nombre el lugar donde nacieron, por lo que sus apellidos reales puedieran ser otros. Asimismo tambien cambian a veces su nombre, por lo que Mateo pudiera ser su nombre de profesión y no de pila. En el propio libro se dice que Don Domingo Hidalgo de Torres y la Cerda es sobrino del autor, por lo que vemos que no coinciden los apellidos.  De cualquier forma sabemos que como muy tarde el libro data de finales del siglo XVII y que el autor nació en Anguiano. Tambien conocemos otras obras que escribió.

El Compendio historial de La Rioja tiene dos ediciones, una de 1701 (la primera) y otra de 1704. En la primera edición se omite quien es el autor del libro y solo se menciona a su sobrino Don Domingo. En la segunda ya aparece mecionado quien es el autor.

Es un libro de enorme valor histórico, además de por ser fuente documental, porque sería utilizado para defender la regionalidad y territorialidad de La Rioja durante el proceso provincialista riojano, ya que es anterior a la división de España en intendencias. Teoriza sobre cual es el origen etimológico del nombre Rioja y además cuenta su historia. Asimismo va repasando uno por uno la mayoría de pueblos de La Rioja.

Pero su aspecto más importante es que nos permite conocer con exactitud cuales eran los límites de La Rioja en aquella época. Textualmente y traducido a la grafía actual dice así:

"en su longitud la Provincia de la Rioja va desde Villafranca de Montes de Oca hasta la villa de Ágreda, y su latitud se toma desde las cumbres de las Sierras, que por la mayor parte ciñen dicha provincia, que son muchas y muy altas. Todas las poblaciones que se contienen en dicha demarcación son pertenecientes a dicha Provincia, y sus Naturales son y se llaman Riojanos (…) La Provincia de la Rioja linda inmediatamente con los Reynos de Navarra y de Aragón, con las Provincias de Alaba y la Bureba, con tierras de Burgos y de Soria"

Este parrafo nos permite ver que La Rioja en aquella época tendría unos límites similares a los actuales, aunque algo mayores. (Se puede ver en el documento original en la página 53 de la versión digital del libro)

Un poco más adelante, en la página 56 de la versión digital del libro dice:

"Dividese La Rioja en alta y baja: La alta comienza desde Villafranca de Montes de Oca hasta Logroño y la baja desde Logroño hasta Agreda y casi toda atraviesa a lo largo del río Ebro. Los pueblos de la Rioja alta y aún más los de la baja son llamados berones......"

Es muy importante tener en cuenta que en esta época el termino provincia que menciona el libro no se refería a la demarcación administrativa que ahora conocemos (inexistente en 1701), si no que debe entenderse como sinónimo de de región o territorio.

Este documento se puede consultar digitalmente en el enlace que pongo a continuación:
http://bibliotecavirtual.larioja.org/…/consul…/registro.cmd…

LA MUJER RIOJANA SEGÚN SALUSTIANO OLÓZAGA EN 1873.

El riojano Salustiano Olózaga nace en Oyón en 1805, aunque al poco de nacer se traslada a Arnedo por la profesión de su padre. Localidad esta a la que quedaría por siempre vinculado. Abogado por estudios y de ideología liberal desde muy joven se dedicó a la política, lo que le llevó a su primer exilio en 1831 en Francia. Llego a ser presidente del consejo de ministros, ocupó puestos en el parlamento en representación de la provincia de Logroño, fue miembro en diversas instituciones culturales, como las reales academias de la historia y de la lengua, así como embajador de España en Paris. Falleció en Enghien (Francia) en 1873 al poco tiempo de haber dejado de ser embajador español en el país vecino.


Riojana, siglo XIX

En el verano de 1873 estaba tomado unos baños en Francia y así le salió a Olózaga la prosopografía de la mujer riojana en un artículo titulado “La mujer de Logroño. La Riojana” que aparecería en los volúmenes generales sobre “Las mujeres españolas, portuguesas y americanas” que se estaban publicando en toda España en esas fechas:

Las mujeres riojanas “son robustas agiles, y por lo común de color trigueño y ojos pardos, más o menos oscuros… Son generalmente hermosas… su carácter… es sumamente jovial, y con mayor agudeza de su ingenio… Es de oir la discreción y donaire de sus conversaciones, la animación de sus diálogos, la energía de sus sentimientos y hasta la corrección de su lenguaje”. Hace distinción entre la mujer del valle y la serrana en sus comportamientos, en el hogar doméstico, en los campos, en la ciudad y en su carácter costumbres, trajes, usos, religiosidad y belleza. Asimismo hace apología de corta calidad al folklore. Concluye su escrito con el ejemplo de la que para él es la mujer riojana más perfecta, Doña Jacinta Martínez de Sicilia y Santa Cruz, la princesa de Vergara y esposa de Baldomero Espartero.
Doña Jacinata Martínez de Sicilia

Así se describe a la mujer riojana en una época en la que a pesar de constituir las mujeres más del 50 % del computo global de población en La Rioja, no tenían el mismo protagonismo que el otro sexo. Las aportaciones de riojanas como por ejemplo la mencionada Jacinta Martínez de Sicilia o María de la O Lejárraga no son ni mucho menos escasas. Sin embargo este es un problema que por desgracia queda aún hoy por solucionar.

(En la foto el retrato de Doña Jacinta Martínez de Sicilia, el prototipo de mujer riojana perfecta según Salustiano Olózaga y la mujer riojana del siglo XIX)

LÉXICO RIOJANO DE ETIMOLOGÍA EUSQUÉRICA (riojanismos léxicos procedentes del eusquera):

Ya hablamos en otro apartado sobre topónimos existentes en La Rioja que provenían etimológicamente del eusquera. Como continuación proponemos tratar el tema del léxico riojano cuyo origen está en esta lengua. Si la toponimia con este sustrato lingüístico es tan abundante en la región, es lógico pensar que también pudiera haber en ella léxico autóctono proveniente de la lengua vasca. Sin embargo, aunque existe, este se encuentra en poca cantidad. No obstante, para explicar esta relativa carencia debemos tener en cuenta que el lenguaje es cambiante y muchos términos tienden a desaparecer con el devenir de los nuevos tiempos. Los términos tradicionales de una región o territorio tienden a olvidarse por la ausencia de necesidad de usarlos, al caer en desuso los objetos y tareas que designaban y en su lugar se adoptan otros traídos del castellano oficial. Tampoco hay que olvidar la enorme influencia que existe desde diversos ámbitos para adaptarse a los estándares de la lengua. Asimismo, como dice Eduardo Aznar Martínez, cuando un grupo de población aprende un nuevo idioma lo aprende entero si no, no sirve para la comunicación y no se deja prácticamente hueco para antiguos términos de su lengua anterior. La toponimia por el contrario es más conservadora y tiende a mantenerse y transmitirse a través de los siglos, sin que nadie se moleste en cambiarla a no ser que se den acontecimientos históricos muy concretos (como Naharruri que se modificó a Casalarreina).

Típicos caparrones riojanos
Como hicimos en nuestro anterior apartado ponemos una serie de ejemplos de riojanismos provenientes etimológicamente de la lengua vasca. Algunos de ellos en desuso desde hace tiempo, otros desde épocas más recientes y otros que todavía continúan utilizandose.

1-Baldarra: Zafio, persona de poco gusto en modales y vestimenta. Proviene de baldarra que tiene exactamente el mismo significado.

2-Boche: Persona bruta y de malos modales. Proviene del eusquera botxe, que significa asno.

3-Caparrón: Uno de los emblemas de la cocina tradicional riojana. Se ha propuesto una etimología muy compleja a partir de varias lenguas, del griego kápparis, después latín capparis, y después árabe hispano alkappara. Sin embargo lo más lógico parece pensar que provenga del euskera kappar, “zarza”.

4-Chinchurros: Carámbanos, bloques de hielo puntiegudos. Procede del euskera txintxur, que se traduce como cúspide o punta.

5-Hondarras: Poso que queda en un vaso que ha contenido licor. Proviene de Hondar que significa residuo, heces, escurriduras, lías del vino.

6-Ezquerro: Significa arce silvestre. Proviene del euskera azkar que tiene el mismo significado. Además es un apellido muy común en la región.

7-Muga: Significa mojón. Proviene del euskera muga que significa frontera o límite.

Cachiberrio riojano, una figura en el folclore de esta tierra.
8- Cachi o cachiberrio: En el folclore es el guía del grupo de danzadores, también se aplica aunque en menor medida a la persona que se disfraza en carnaval. Acaso sea esta voz una de las más características del habla popular riojana. Proviene del euskera katxi que significa enmascarado disfrazado y de berrio surgida acaso del latín vulgar verre que significa berraco.

9-Guizque: Tiene dos significados, lengua de víbora y aguijón. Proviene del euskera gizki del mismo significado.

10-Chamundeja: Lagartija, es una variante del euskera sumandila.

Para saber más: Tierras, gentes y voces. El legado del esukera riojano. Eduardo Aznar Martínez.

Para saber más: Presencia de vasquismos en las hablas riojanas. Jose María Pastor Blanco. Visible digitalmente y gratris en la web Dialnet.


(En la foto los famosos caparrones y un cachiberrio riojano)

jueves, 16 de agosto de 2018

LA ANTROPONIMIA RIOJANA MEDIEVAL DE ORIGEN EUSQUÉRICO.

Anteriormente hablamos en dos partes separadas sobre la toponimia y el léxico riojanos que tenían como sustrato lingüístico la lengua vasca. Como continuación y última entrega de esta temática, al menos de momento, proponemos hablar sobre la antroponimia existente en La Rioja durante la edad media y que procede de este idioma.

Muchas son las dudas que se nos han pasado por la cabeza antes de decidir si era conveniente tratar o no esta materia en nuestra página. Por una parte es un tema que quizá no genere tanto interés como el del léxico o la toponimia, en el que se puede despertar fácilmente la curiosidad del lector y este quedar entusiasmado al ver el origen etimológico de su lugar de nacimiento o leer sobre una palabra riojana que utiliza de forma cotidiana o escuchó alguna vez decir a sus padres o abuelos en su infancia. Por la otra este tipo de temática puede despertar reacciones viscerales en algunas personas. No obstante, la antroponimia es un aspecto que tiene un enorme valor científico, ya que como veremos nos brinda gran cantidad de información.

Lo cierto es que en la edad media los antropónimos eran importados por las élites del lugar y en el caso de La Rioja la antroponimia vascoide que se observa en los cartularios medievales es producto de la reconquista cristiana, protagonizada por jefes militares vinculados al reino de Navarra y en consecuencia portadores de antroponimia pirenaica. Por esta razón no nos serviría para identificar a las poblaciones riojanas que utilizaban la lengua vasca, ya que a pesar de que tuviera su antropónimo origen en este idioma podrían hablar romance. También puede existir el caso contrario. En la documentación encontramos ejemplos de personas vascoparlantes con nombres romances. Aunque parezca llamativo, este debía de ser el caso más frecuente en la región, las gentes vascófonas riojanas llevarían en su mayoría nombres romances. A parte de todo esto, como es lógico, la antroponimia vascoide riojana no presenta grandes diferencias frente al corpus antroponímico vasco-navarro.

Sin embargo dentro de la antroponimia si hay un aspecto muy importante que nos permite identificar si la persona y su entorno eran o no vascoparlantes. Se trata de los apodos o sobrenombres añadidos al nombre de pila. Si a una persona la llamaban “el moreno” o “el grande” en eusquera, nos estaría indicando automáticamente que el vasco existía en su entorno como lengua viva. Los apodos que aparecen en la documentación medieval riojana son en comparación con la abundante toponimia muy escasos. La explicación es bastante obvia. No se reflejaban en la documentación, no porque no existieran, si no porque los escribanos los consideraban de menor importancia o incluso se trataba de apelativos jocosos cuando no insultantes. Es lo mismo que haríamos en la actualidad. Asimismo recordemos que la escritura en aquella época estaba reducida a un pequeño número de personas vinculadas a la cultura y a la élite social. El segundo aspecto informativo, quizá el más importante, que nos dan los apodos es que nos permiten saber hasta qué momento se habló eusquera en la región. Eduardo Aznar Martínez indica que los apodos vascos en el alto valle del Oja dejan de aparecer en la documentación a finales del siglo XV y data la desaparición del eusquera riojano en algún punto situado entre finales del siglo XV y principios del XVI, una fecha bastante reciente en términos relativos.

Como hemos ido haciendo anteriormente ponemos a continuación un breve listado con ejemplos de antroponimia riojana medieval de origen vasco e información sobre ella:

1-Amusko: “Violáceo, morado”. En La Rioja encontramos ejemplos de personas denominadas así como el hamusco de 972 que parece de testigo en Tosantos, Beila Amusco en Nájera de 1024 etc...

2-Anderecea: En una obra del siglo XI titulada la translación del glorioso cuerpo de nuestro padre a San Felices se menciona que una mujer llamada Anderecea Puras se cura con el traslado del cuerpo desde Oca hasta Bilibio. Este suceso se suele datar entre finales del siglo V o principios del VI. A nivel etimológico la palabra se podría descomponer en andere “señora” y zehe/xehe/xe/txe, que significaría pequeño/a, humilde, menudo/a, sencillo/a, más el artículo singular –a. Es decir significaría la mujer pequeña, sencilla, humilde.

3-Arlote: “Vagabundo, hombre desaseado, desaliñado”. Todavía en uso en el vocabulario regional riojano. En la documentación aparece un tal Petrus Arloth de Santo Domingo que vivió en algún momento entre 1200 y 1250.

4-Bialdeko: En 1185 se cita a un tal Garsias Vialdeco de Angusiana, cuyo apodo es un gentilicio con la desinencia –ko a partir de Bialde, quizá de ibi-alde “zona cercana junto al vado” donde quizá esta persona residía.

5-Ederra: “Hermoso”. En 1182 se cita a un tal Andera Hedera de Zarratón. “Andera el hermoso de Zarratón”.

6-Ezker: “Esquivo, retraído”. Aunque en la actualidad este término tiene el significado de “izquierda” en el pasado podría haber tenido el significado de persona retraída que rehúye el contacto con otros individuos. En la documentación apareen muchas personas con este apelativo: Escherro de Calahorra en 1165, Seme Ezcherra de Gimileo en 1182 etc... En la actualidad el apellido Ezquerro todavía sigue existiendo en La Rioja Baja.

7-Galvarra: “Calvo”. Apelativo relativamente frecuente en La Rioja medieval. Podemos documentar individuos como Lop Galvarra o Lope Galvarro de Bañares en 1182 y 1186 o el Galvarra, padre de Sancho Zuria, que vivía en Santo Domingo de la Calzada en 1220.

8-Gorría: “El pelirrojo”. De gorri “rojo”, más el artículo singular –a. En la documentación aparecen Enego Gorria de Santo Domingo en 1168, Eneco Gorria en Bañares de 1183, Pedro Gorría vecino de Ezcaray en 1488 etc...

9-Ilurdo: “Grueso, fuerte, carnoso, musculoso”. En la documentación aparece un tal Illurdo testigo en la donación de 973 de la villa de Bagibel al monasterio de Albelda, Lurdo en 1024 poseedor de una viña en Nájera etc…

10-Montza: “Pequeño”. En 1028 se registra a un tal García Moza caballerizo del rey Sancho III el Mayor que poseía bienes en Nájera.
Para saber más el libro: Tierras, gentes y voces. El legado del euskera riojano. Eduardo Aznar Martínez.

Para saber másel libro: Tierras, gentes  y voces. El legado del euskera riojano. Eduardo Aznar Martínez.




(En la foto dos lugares del alto valle del Oja, que probablemente fuera el último reducto del euskera en La Rioja)

EL DOCUMENTO DE GALILEA: AMENAZAS DE MUERTE CONTRA LOS REPRESENTANTES RIOJANOS (1821)

Al finalizar la guerra de sucesión y producirse  la llegada de los Borbones a España en el siglo XVIII, estos realizaron una divisón del país al modo francés con el objetivo de solventar la secular atomización del estado. Así pues, dividieron el territorio español en unas demarcaciones llamadas intendencias y en este reparto La Rioja quedaría dividida entre las de Soria y Burgos. Esta organización territorial no gusto a los riojanos  y tras un proceso largo y complejo consiguieron que su tierra fuese unificada, declarada provincia independiente y que ninguna localidad riojana dependiera de estas dos ciudades que no lo eran.  Lo hicieron desde la reivindicación de la identidad riojana, logrando finalmente crear una provincia para La Rioja. Sin embargo, se tuvo que llamar de Logroño, dada la obligatoriedad legal de dar a cada provincia el nombre de su capital. Además se le quitaron algunos territorios conocidos entonces como riojanos que aún hoy engrosan las provincias vecinas.

 El proceso por el cual los riojanos reclaman y luchan para que su tierra se unificara en una provincia fue muy complejo. En el documento que mostramos a continuación se aprecia el ambiente de pasión e intereses encontrados que se vivió en aquella época y en el que incluso desde la intendencia de Soria se llegó a amenazar de muerte a un representante riojano por reivindicar una provincia propia. Fue encontrado por el historiador Felipe Abad León en los archivos de los Fernández de Navarrete, pudiéndose apreciar como estos representantes riojanos solicitan protección al rey ante las amenazas recibidas. Esta firmado en Galilea por Sebastián Fernández de Navarrete, natural de Navarrete, don Anselmo de Nafría canónigo de Calahorra, don Pedro Fernández Arnedo, natural de Galilea y don Nicolás Alonso de Tejada, natural de Azofra pero vecino de Ortigosa de Cameros.

Realmente la división en intendencias de entonces funcionaba muy mal y urgia una reforma, por ello se hicieron sucesivas divisiones y se crearon muchas nuevas provincias.

Aunque se puede leer perfectamente en versión orginal en las fotos puestas abajo, lo transcribimos a continuación:

"Señor: los individuos de la diputación provincial de Soria, que en cumplimiento del artículo 344 de la Constitución nos reunimos en la Capital en el mes de marzo del último año (año 1821), fuimos insultados atroz e injustamente a pretexto de la nueva división del Territorio Español, en la que Soria deja de ser capital de Povincia: sangrientas voces y pasquines se propalaron por la ciudad y hasta en la casa misma del jefe político (Gobernador Civil) se amenazó con la muerte de un individuo. Tan enormes atentados cometidos contra los representantes de la provincia merecían un pronto y ejemplar castigo; sin embargo los diputados solo pedimos orden y tranquilidad, que no pudimos conseguir si no a costa de zozobras y peligros. Al fin hubo que suspender las sesiones hasta el 1 de julio, época en la cual suponiamos estaría hecho el  nuevo arreglo de provincias y que por ese medio se acusaban medidas fuertes contra los promovedores de tales atentados. Todo ha cambiado, porque siendo necesaria la reunión de la diputación para el reemplazo del ejercito , el peligro amenaza de un modo que no podemos evitar, siempre que esté pendiente la división del territorio o que se apruebe el plan presentado, como es de esperar. En tan tristes y apuradas circunstancias imploramos la protección de Vuestra Majestad para que, sue fuere de su Real agrado nos mande reunir en Calahorra, Arnedo, Torrecilla de Cameros, Logroño u otro cualquiera pueblo de la provincia; de otro modo nuestra seguridad personal se halla comprometida y nuestros trabajos serían infructuosos por falta de tranquilidad. La resolución , Señor, es urgentísima aunque no fuera más que por librar a Soria del peligro de un atentado . Por si no se hallase en las atribuciones del gobierno la resolución deste grave y urgente negocio, lo hacemos presente a las Cortes, para que tomándolo en consideración resuelvan lo que estiemen conveniente y necesario a la tranquilidad de Soria y seguridad de nuestras personas."

(Mostramos a continuación el documento integro en dos imagenes)






MEMORIAL Y DISCURSO POLÍTICO POR LA MUY NOBLE Y MUY LEAL CIUDAD DE LOGROÑO (1633)

Portada de la obra
El memorial por la ciudad de Logroño es una obra publicada en 1633. Su autor es Fernando Albia de Castro, nacido en Logroño y bautizado el día 25 de agosto de 1572 en la iglesia de Santiago. Se considera el primer historiador de Logroño. La obra que os presento a continuación habla sobre la historia de la ciudad. Sin embargo, tardo tres años en llegar a la capital de La Rioja despúes de su publicación. Fue durante mucho tiempo uno de los pocos trabajos existentes que trataran la historia logroñesa, así que tuvo que ser reeditada en 1843.


En las tres fotos: La portada de la obra, una página de la misma donde se explica la localización de Logroño; dice así: "Logroño tiene su asiento en la provincia de La Rioja, en la ribera del Ebro, a media legua del sitio (es menos buen pedazo)...." y otra página donde aparece un grabado de la aguja de palacio.


Se puede leer integro digitalmente en el enlace que pongo a continuación:

 http://bibliotecavirtual.larioja.org/…/consul…/registro.cmd…


Página donde habla de la localización de Logroño, en La Rioja
Aguja de Palacio




MARTÍN FERNANDEZ DE NAVARRETE, EL ILUSTRE MARINO HISTORIADOR Y PROVINCIALISTA RIOJANO (1765-1844)

El riojano Martín Fernández de Navarrete y Jiménez de Tejada fue un importante personaje de su tiempo. Ilustrado, político, marino e historiador, participó además como veremos en el devenir histórico de La Rioja. Nacido en 1765 en la villa de Ábalos, es un aristócrata miembro de una importante familia de La Rioja Alta. Por un lado desciende de riojanos tan ilustres como el pintor logroñés Juan Fernández de Navarrete “el mudo” o del navarretano Pedro Fernández de Navarrete y de Ayala, que fue gobernador de Flandes. Por vía materna lo hace de nobles navarros.
Retrato de Don Martín Fernandez de Navarrete

Es en su localidad natal donde cursaría sus primeros estudios. Posteriormente, de 1774 a 1777, marcha a Calahorra, sede de la diócesis del mismo nombre, donde estudiará gramática latina. Después continúa su educación en el seminario de nobles de Vergara, donde otro riojano, Fausto de Elhuyar, fue profesor. En él tuvo contacto con los futuros protagonistas de la ilustración. Asimismo en este municipio se aficionará a la literatura, componiendo algunos poemas por los que será premiado por la Sociedad Bascongada de Amigos del País.

En 1780 ingresó en la marina española, en el departamento de Ferrol, participando en varias acciones de guerra y siendo su acción más importante la del ataque de los ingleses a Gibraltar en octubre de 1782. En 1784, fue destinado al Departamento Naval de Cartagena continuando con acciones navales. Tras su estancia en esta ciudad, el ministro de marina le encargó la creación de una biblioteca en la Real Isla de León y la elaboración de un catálogo de obras de la biblioteca de los Reales Estudios de San Isidro en Madrid y de los archivos particulares de los marqueses de Santa Cruz, de los duques de Medinasidonia, del Infantado y de Alba, además de la de El Escorial. Adquirió una cultura enorme, siendo solicitado como informador de los intelectuales de la época.

En 1791 ingresó como miembro en la Real Academia Española y en 1800 como miembro supernumerario de la Real Academia de la Historia. Institución de la que sería nombrado director tras el Trienio Liberal. Publicó trabajos sobre la marina española como “Colección de los viajes y descubrimientos que hicieron por mar los españoles desde fines del Siglo XV, con varios documentos inéditos concernientes a la historia de la marina castellana y de los establecimientos españoles en Indias” o también biografías como “la Vida de Miguel de Cervantes Saavedra”. Fue uno de los miembros más importantes de la Real Sociedad Económica de La Rioja, una de aquellas sociedad de amigos del país creadas en la ilustración (ya hablamos de ella brevemente en nuestra página) de la que además sería elegido como representante en las cortes de Madrid.

Cuando se iba a realizar la división de España en provincias, Martín Fernández Navarrete utilizó sus contactos en Madrid para que su tierra fuera provincia independiente. Asimismo, en 1821 escribió uno de los documentos más notables del provincialismo riojano, una misiva titulada “Carta de un riojano a un señor diputado en cortes…..” en la que se exponen argumentos históricos, económicos,
étnicos y geográficos para defender que La Rioja fuese una de las provincias españolas. Está firmada bajo el seudónimo de Justo Patricio de España, pero su claridad, erudición y solidez del trabajo nos indican que su autor fue casi sin ninguna duda nuestro protagonista.  Y es que Martín, aunque vivió poco tiempo en La Rioja, nunca olvidó su tierra de origen.

Palacio de los marqueses de Legarda (Ábalos, La Rioja)
En 1833, una vez muerto Fernando VII, fue nombrado consejero de Estado y luego prócer del reino para temas de la Armada. Murió en Madrid en 1844.

La Rioja y la historia le deben mucho a Martín Fernández de Navarrete. Sin embargo, como otros tantos riojanos ha sido condenado al ostracismo en su propia tierra. Es por ello que hemos utilizado su nombre como título para nuestra página de divulgación histórica. Un pequeño homenaje y recuerdo.


Para saber más: Martín Fernández de Navarrete y la literatura de su tiempo. Jesús Cáseda Teresa.

(En la foto un retrato de Martín Fernandez de Navarrete y el palacio de los marqueses de Legarda en Ábalos)

miércoles, 15 de agosto de 2018

LA RIOJA PRIMIGENIA ¿QUÉ ERA? ¿DÓNDE ESTABA?


Es la historia una entidad poderosa. Puede hacer que un pequeño condado situado en los Pirineos llegue a convertirse en un reino ibérico, además de extenderse territorialmente hacia el sur, llevando su nombre hasta otras nuevas áreas que antes no se llamaban de esa forma. Asimismo es capaz de hacer que una ciudad ceda su nombre a todo un imperio en torno al mediterráneo, trasladando consigo su denominación hasta donde quiera se sitúen en cada momento sus confines o también trasformar con el tiempo un concepto territorial de tipo geográfico en una nación europea moderna. El paso natural y normal de los siglos provoca que las regiones y países del mundo se modifiquen tanto territorial como políticamente y que una palabra que inicialmente denominaba a un determinado espacio o a una determinada entidad política o geográfica de paso con el devenir de la historia a otra diferente, siendo la propia continuidad histórica entre ellas lo único que en el mejor de los casos permanece invariable. Esto es algo que ha ocurrido en todas las regiones y países del mundo, algo que seguirá sucediendo y algo que parece olvidar ese nacionalismo romántico del siglo XIX tan presente por desgracia hoy en día.

Mapa de La Rioja dividida en Alta y Baja de Tomás López (año 1769)
Si las regiones y países de todo el mundo no se mantienen invariables, si no que van evolucionando y cambian con el transcurso de los siglos, entonces ¿Qué hay de La Rioja? La obvia respuesta es que también ocurrió lo mismo y no podemos pensar que aquella Rioja que aparece documentada en el año 1082 (hace casi un milenio) ocupe el mismo territorio que La Rioja actual, algo que no apoya la documentación. Tampoco que la categoría política de aquella Rioja del siglo XI fuera la de comunidad autónoma. El tema sobre como esa Rioja antigua fue evolucionando, como fue extendiéndose territorialmente a lo largo de la historia y como ha llegado hasta nuestros días es algo que vamos a continuar tratando en nuestra página, pero ahora expliquemos el tema en cuestión y
volvamos a hacernos la pregunta inicial ¿Qué era La Rioja originaria? ¿Dónde se situaba? La primera pregunta tiene una fácil respuesta, La Rioja primigenia sería un concepto más de tipo geográfico y no administrativo en la que sus habitantes se llamaban riojanos. La segunda ya es más complicada y discutida, existiendo diferentes teorías. Tenemos que tener en cuenta que para saber dónde se situaba originariamente no basta solo con tratar de averiguar a qué se referían los primeros textos medievales que hablan de La Rioja, ya que la existencia de una primera mención a La Rioja no es el acta fundacional de una región, si no que el escribano plasma cuando le hace falta algo que ya existía con anterioridad, por lo que nos pueden estar hablando de una Rioja ya evolucionada que no se correspondiera con lo que fue en origen (o quizá sí).

Perdónenos el lector por esta introducción tan larga, pero nos gustaría que fuera consciente de la dificultad del tema tratado, así como se diera cuenta que las regiones van modificándose con el paso de los siglos. Al ser un concepto geográfico, lo que fuera La Rioja en origen estaría íntimamente ligado al propio significado etimológico del nombre y aquí la cosa se complica con diferentes versiones y teorías. Vamos a realizar a continuación una lista con las versiones de diferentes autores sobre lo que han considerado, sería esa Rioja primitiva. Esperamos tenga en cuenta el lector que La Rioja es deficitaria en cuanto a investigación histórica se refiere (igual que en infraestructuras), en parte debido a nuestra joven universidad, por lo que muy trabajosamente estas son las que hemos podido recopilar, después de varias espaldas machacadas en la biblioteca municipal y en las bases de datos:


Valle del Oja
1-El historiador Felipe Abad León en su famosísimo libro de historia “La Rioja Provincia y Región de España” cuya lectura recomendamos encarecidamente, utiliza las primeras referencias escritas que hablan de La Rioja para delimitar una Rioja que abarcaría según él toda la cuenca del río Oja y parte de la del Tirón. El autor no dice específicamente que esta sea una Rioja originaria, pero si trata de saber a qué se refieren con Rioja las menciones más antiguas que se han encontrado. Tampoco entra demasiado en el campo de las etimologías, pero si menciona que el nombre vendría del propio río Oja.


2- El historiador Javier García Turza utilizando las referencias antiguas, delimita La Rioja que aparece en las primeras menciones como las tierras comprendidas entre Belorado al oeste y Briones al este, esto es, las cuencas de los ríos Tirón y Oja. Esta gran área se corresponderá con lo que en la actualidad conocemos como La Rioja Alta.



3-Don Domingo Hergueta dice que La Rioja en un principio comprendería solamente el valle del río
Oja y después se iría extendiendo para denominar a territorios cada vez más alejados. También realiza un listado con los nombres de los muchos pueblos que abarcaría el antiquísimo arciprestazgo medieval de Rioja, aunque por motivos de brevedad solo mencionaremos algunos: Hervias, Briones, Haro, Gimileo, Santo Domingo de la Calzada etc…


4-Tomás Ramírez en su teoría sobre el origen del nombre de Rioja, niega que el término provenga etimológicamente del río Oja, argumentando que en las referencias medievales no se menciona a ningún curso fluvial con este nombre, sino que se le llama río Glera y por tanto el nombre de río Oja sería más moderno, no existiendo en esta época. Así pues, los escritos medievales en los que aparece mencionado el Oja (como rivo de ogga) no estarían haciendo referencia a este curso fluvial, sino en realidad a una región llamada La Rioja. Asimismo, teniendo esto en cuenta, utiliza referencias antiguas para delimitar la Rioja primigenia, situándola entre los ríos Oja y Tirón, con límite oeste en la localidad de Belorado, límite sur en los montes de Ayago y límite este en el propio Oja o Glera. De esta delimitación obtiene una característica geográfica representativa del espacio, como es la presencia abundante de riachuelos. Con ello define el origen etimológico de la palabra Rioja en “rivalia”, que vendría a significar “tierra de riachuelos”. También otorga a Santo Domingo de la Calzada un papel esencial en la migración del nombre Rioja hacia el este, haciendo que se denominase así a una región cada vez mayor.

Rioja primigenia según la teoria de Tomás Ramirez

5- El investigador Eduardo Aznar Martínez en su trabajo titulado; La Rioja, Origen y Etimología de un Nombre Controvertido, revisa referencias antiguas y toponimia negando que no existiera desde antiguo un curso fluvial llamado Oja, como hace Tomás Ramírez. Asimismo sitúa La Rioja primitiva en la tierra situada al sur del Ebro, colindante con Logroño y Nájera. Teoriza sobre el origen etimológico de la palabra y lo sitúa en el propio río Oja. Palabra que según él deriva de la palabra vasca Ohia que vendría a significar “cama o lecho” y por extensión el lecho de un río.

A pesar de haber diferentes autores y distintas versiones, vemos que todos coinciden en situar a la Rioja primitiva más o menos en la misma área. Aproximadamente en la zona noroeste de la comunidad autónoma, alrededor de la localidad Santo Domingo de la Calzada. La cual aparece en la documentación como cabeza de esta Rioja embrionaria. Después La Rioja iría expandiéndose con el paso de los siglos y poco a poco van apareciendo referencias que delimitan a una Rioja cada vez de mayor extensión. Por ejemplo, a finales del siglo XVII se escribe el libro “Compendio Historial de La Rioja” del padre Mateo Anguiano (Ya comentado en nuestra página) en el que ya vemos unos límites similares a los actuales que todos conocemos.


En las fotos podemos ver primero un mapa de la Rioja primigenia según la teoría de Tomás Ramírez y después el mapa de La Rioja dividida en Alta y Baja de Tomás López, publicado en el año 1769. Es este el primer mapa de La Rioja. Podemos apreciar en él una Rioja ya evolucionada por el paso de los siglos, con unos límites similares a los actuales, aunque como comentaremos posteriormente fue criticado por dejarse pueblos riojanos fuera, debido seguramente a los medios rudimentarios de la época.

lunes, 13 de agosto de 2018

¿PORQUE LA PROVINCIA RIOJANA SE LLAMÓ DE LOGROÑO Y NO LA RIOJA? UN POCO DE HISTORIA

Desde hace tiempo voy recibiendo muchos mensajes preguntándome por esta cuestión, una cuestión nominativa, así que me he decidido a contestarla con un post. Efectivamente, la provincia de Logroño nació por primera vez en 1822 y es en ese momento cuando se logra dotar de un marco administrativo provincial, de los que se estaban creando en la época, a una región que ya existía anteriormente y era llamada La Rioja ¿Pero entonces porque la provincia no se llamó La Rioja como habría sido lo lógico y sin embargo se denominó como su capital?
Primera mención documentada a La Rioja (año 1082)

Conseguir una provincia para La Rioja no fue en absoluto una tarea sencilla, requirió más de medio siglo de reivindicaciones. Los riojanos de aquella época lucharon, trabajaron y finalmente lo consiguieron. Fue un proceso complejo, él cual es imprescindible conocer para poder comprender adecuadamente el marco actual de la región, así como el posterior proceso autonómico. Quien conozca bien ambos hechos históricos se sorprenderá además de ver que tienen más cosas en común que diferencias, a pesar de haber transcurrido tanto tiempo entre ellos. Así pues, el capítulo del provincialismo riojano es algo importantísimo que cualquier habitante de esta tierra debería saber. Me he planteado varias veces escribir sobre ello, pero su complejidad me ha frenado ¿Cómo plasmar un proceso tan complejo de forma sencilla en un único post? He decidido que lo mejor era presentar primero a sus protagonistas. Ya hablé muy brevemente de uno de ellos, de uno de los más importantes, de aquella sociedad riojana de amigos del país fundada en Fuenmayor. No obstante todavía queda por hacer.

Dicho esto prosigamos con el tema en cuestión. Los diputados reunidos en Madrid acordaron en octubre de 1821 dividir España en 52 circunscripciones, lo cual se llevó a cabo finalmente el 27 de enero de 1822, momento en el que nace la provincia riojana. Llegado el momento de poner nombre a cada circunscripción, la primera en hablar fue la actual provincia de Zaragoza que demandó denominarse Aragón. Esto provocó un enorme rechazo en las provincias de Huesca y Teruel por ser ellas también aragonesas. La solución al conflicto fue declarar obligatorio que a excepción de unas pocas todas llevaran el nombre de su capital. Así nuestra provincia, que se iba a denominar obviamente La Rioja, se quedó con la denominación de Logroño. En un oficio de la época llegado a Logroño desde Madrid dando cuenta de la aprobación de la provincia puede leerse: “En la sesión de cortes celebrada este día se ha declarado a la Rioja por provincia independiente bajo la denominación de provincia de Logroño y por capital a esta ciudad”. Sin embargo a pesar de esto, el nombre de Rioja nunca se llegaría a perder. Sus habitantes se llamaban riojanos, no logroñeses y medios de comunicación e instituciones serían de La Rioja y no de Logroño como el Ateneo Riojano (1922), el incombustible diario LA RIOJA (1889), el Instituto de Estudios Riojanos (1946), el periódico conservador ya desaparecido Diario de La Rioja (1900), Radio Rioja (1933) etc…

La conservación del nombre durante tanto tiempo es un hecho llamativo cuanto menos. Aquel proceso provincialista riojano había desaparecido de la memoria colectiva con el paso del tiempo, pero el nombre se mantenía vivo a pesar de carecer de oficialidad, sus habitantes continuaban llamándose riojanos. El sociólogo Sergio Andrés Cabello en uno de sus trabajos sobre la identidad riojana lo describe así: “el hecho más relevante en términos de identidad fue la permanencia del nombre Rioja durante todo este periodo. La Provincia era de Logroño, su capital, no de Rioja, pero sus habitantes se denominaban riojanos y llamaban a su territorio Rioja, pese a no ser un nombre oficial. (…) El valor performativo e identitario del mantenimiento del nombre es vital ya que define, recoge y mantiene una realidad que será riojana y no logroñesa.” Y en relación a este mismo tema, en una entrevista en diario LA RIOJA dice lo siguiente: “que la gente se siga considerando riojana y no logroñesa quiere decir que hay una identidad muy fuerte”.

Primer diario LA RIOJA (año 1889)
Llegados a este punto puede que surja en el lector una nueva pregunta ¿Entonces porque no hubo nadie que reivindicara el nombre Rioja hasta la llegada de la transición? Realmente si hubo momentos históricos en los que se reivindicó este nombre y se intentó dotar de oficialidad. Uno de ellos se da en 1929 por parte de Diego Ochagavía, entonces secretario de la Cámara Oficial de Comercio e Industria de Logroño. Recibió el apoyo de la diputación y los ayuntamientos más importantes de la región. Otro tuvo lugar durante la segunda república, de la mano del partido político Acción Riojana. No obstante, lo cierto es que como consecuencia de los acontecimientos históricos que se fueron produciendo en España a partir de 1822 no hay muchas oportunidades de cambiar el nombre.

Posteriormente, terminado el franquismo llega la transición española y en ese momento se vuelve
Pagina de la primera mención a La Rioja (año 1082)
nuevamente a reivindicar el nombre de Rioja. Una demanda esta que partió de la propia sociedad civil riojana. Los políticos se pondrían a ello e intentarían satisfacer las peticiones del pueblo. Para el cambio de nombre de la provincia, el gobierno civil a instancias del Ministerio del Interior solicitó un informe y dictamen de cuatro instituciones. Estas fueron el Servicio Provincial de Inspección y Asesoramiento de Corporaciones Locales, el Instituto de Estudios Riojanos (IER), la Real Academia de la Historia y la Sociedad Geográfica. Ante la lentitud del proceso, el senador socialista Félix Palomo preguntó el 12 de mayo de 1979 por la razón de esta tardanza en realizar el cambio de nombre. La respuesta que el ministro de relaciones con las cortes da, es que están pendientes del dictamen de la Real Academia de la Historia que finalmente sería positivo, no así el de la Sociedad Geográfica que quedó en tablas al solicitar la constitución de una comisión científica que nunca llegó a formarse. El Servicio Provincial de Inspección y Asesoramiento de Corporaciones Locales y el Instituto de Estudios Riojanos (IER) ya habían dado con anterioridad su visto bueno. Finalmente el 18 de septiembre de 1980 el cambio fue aprobado por el pleno del congreso.

(En las fotos: La página del Becerro Galicano de San Millán de la Cogolla donde aparece la primera mención documentada al nombre de La Rioja. Esta escrito como rivo de ogga y data del año 1082, aunque tradicionalmente también se ha considerado como la primera la que aparece en el fuero de Miranda de Ebro, escrito como Rioga y Riogam en el año 1099, el primer número del diario LA RIOJA, año 1889 y el oficio original que da cuenta de la declaración de La Rioja en provincia independiente bajo la denominación de su capital)


Documento original: La Rioja provincia independiente bajo la denomnación de provincia de Logroño