viernes, 17 de agosto de 2018

LA MUJER RIOJANA SEGÚN SALUSTIANO OLÓZAGA EN 1873.

El riojano Salustiano Olózaga nace en Oyón en 1805, aunque al poco de nacer se traslada a Arnedo por la profesión de su padre. Localidad esta a la que quedaría por siempre vinculado. Abogado por estudios y de ideología liberal desde muy joven se dedicó a la política, lo que le llevó a su primer exilio en 1831 en Francia. Llego a ser presidente del consejo de ministros, ocupó puestos en el parlamento en representación de la provincia de Logroño, fue miembro en diversas instituciones culturales, como las reales academias de la historia y de la lengua, así como embajador de España en Paris. Falleció en Enghien (Francia) en 1873 al poco tiempo de haber dejado de ser embajador español en el país vecino.


Riojana, siglo XIX

En el verano de 1873 estaba tomado unos baños en Francia y así le salió a Olózaga la prosopografía de la mujer riojana en un artículo titulado “La mujer de Logroño. La Riojana” que aparecería en los volúmenes generales sobre “Las mujeres españolas, portuguesas y americanas” que se estaban publicando en toda España en esas fechas:

Las mujeres riojanas “son robustas agiles, y por lo común de color trigueño y ojos pardos, más o menos oscuros… Son generalmente hermosas… su carácter… es sumamente jovial, y con mayor agudeza de su ingenio… Es de oir la discreción y donaire de sus conversaciones, la animación de sus diálogos, la energía de sus sentimientos y hasta la corrección de su lenguaje”. Hace distinción entre la mujer del valle y la serrana en sus comportamientos, en el hogar doméstico, en los campos, en la ciudad y en su carácter costumbres, trajes, usos, religiosidad y belleza. Asimismo hace apología de corta calidad al folklore. Concluye su escrito con el ejemplo de la que para él es la mujer riojana más perfecta, Doña Jacinta Martínez de Sicilia y Santa Cruz, la princesa de Vergara y esposa de Baldomero Espartero.
Doña Jacinata Martínez de Sicilia

Así se describe a la mujer riojana en una época en la que a pesar de constituir las mujeres más del 50 % del computo global de población en La Rioja, no tenían el mismo protagonismo que el otro sexo. Las aportaciones de riojanas como por ejemplo la mencionada Jacinta Martínez de Sicilia o María de la O Lejárraga no son ni mucho menos escasas. Sin embargo este es un problema que por desgracia queda aún hoy por solucionar.

(En la foto el retrato de Doña Jacinta Martínez de Sicilia, el prototipo de mujer riojana perfecta según Salustiano Olózaga y la mujer riojana del siglo XIX)

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