Riojana, siglo XIX |
En el verano de 1873 estaba tomado unos baños en Francia y así le salió
a Olózaga la prosopografía de la mujer riojana en un artículo titulado
“La mujer de Logroño. La Riojana” que aparecería en los volúmenes
generales sobre “Las mujeres españolas, portuguesas y americanas” que se
estaban publicando en toda España en esas fechas:
Las mujeres riojanas “son robustas agiles, y por lo común de color trigueño y ojos pardos, más o menos oscuros… Son generalmente hermosas… su carácter… es sumamente jovial, y con mayor agudeza de su ingenio… Es de oir la discreción y donaire de sus conversaciones, la animación de sus diálogos, la energía de sus sentimientos y hasta la corrección de su lenguaje”. Hace distinción entre la mujer del valle y la serrana en sus comportamientos, en el hogar doméstico, en los campos, en la ciudad y en su carácter costumbres, trajes, usos, religiosidad y belleza. Asimismo hace apología de corta calidad al folklore. Concluye su escrito con el ejemplo de la que para él es la mujer riojana más perfecta, Doña Jacinta Martínez de Sicilia y Santa Cruz, la princesa de Vergara y esposa de Baldomero Espartero.
Así se describe a la mujer riojana en una época en la que a pesar de constituir las mujeres más del 50 % del computo global de población en La Rioja, no tenían el mismo protagonismo que el otro sexo. Las aportaciones de riojanas como por ejemplo la mencionada Jacinta Martínez de Sicilia o María de la O Lejárraga no son ni mucho menos escasas. Sin embargo este es un problema que por desgracia queda aún hoy por solucionar.
(En la foto el retrato de Doña Jacinta Martínez de Sicilia, el prototipo de mujer riojana perfecta según Salustiano Olózaga y la mujer riojana del siglo XIX)
Las mujeres riojanas “son robustas agiles, y por lo común de color trigueño y ojos pardos, más o menos oscuros… Son generalmente hermosas… su carácter… es sumamente jovial, y con mayor agudeza de su ingenio… Es de oir la discreción y donaire de sus conversaciones, la animación de sus diálogos, la energía de sus sentimientos y hasta la corrección de su lenguaje”. Hace distinción entre la mujer del valle y la serrana en sus comportamientos, en el hogar doméstico, en los campos, en la ciudad y en su carácter costumbres, trajes, usos, religiosidad y belleza. Asimismo hace apología de corta calidad al folklore. Concluye su escrito con el ejemplo de la que para él es la mujer riojana más perfecta, Doña Jacinta Martínez de Sicilia y Santa Cruz, la princesa de Vergara y esposa de Baldomero Espartero.
![]() |
Doña Jacinata Martínez de Sicilia |
Así se describe a la mujer riojana en una época en la que a pesar de constituir las mujeres más del 50 % del computo global de población en La Rioja, no tenían el mismo protagonismo que el otro sexo. Las aportaciones de riojanas como por ejemplo la mencionada Jacinta Martínez de Sicilia o María de la O Lejárraga no son ni mucho menos escasas. Sin embargo este es un problema que por desgracia queda aún hoy por solucionar.
(En la foto el retrato de Doña Jacinta Martínez de Sicilia, el prototipo de mujer riojana perfecta según Salustiano Olózaga y la mujer riojana del siglo XIX)
No hay comentarios:
Publicar un comentario