lunes, 27 de agosto de 2018

EL ILUSTRADO RIOJANO JUAN ANTONIO LLORENTE Y SU DISERTACIÓN SOBRE LA EXTENSIÓN REAL DE LA RIOJA (1756- 1823)


Llorente por Goya
Juan Antonio Llorente es uno de los  principales protagonistas de la ilustración española. Fue un político, erudito y eclesiástico riojano. Nació el 30 de marzo de 1756 en Rincón de Soto, en el seno de una familia, como él mismo cuenta,“noble pero no rica”. Estudió gramática en Aldeanueva de Ebro y filosofía en el convento de religiosos de Tarazona, antes de marcharse a la universidad de Zaragoza en 1776, lugar donde estudiaría derecho y derecho canónico. Posteriormente sería nombrado doctor en esta disciplina por la universidad de Valencia. El 29 de mayo de 1779 fue nombrado sacerdote y en 1783 el obispo de Calahorra le otorga la categoría de promotor eclesiástico. En 1785 obtiene el puesto de comisario del Santo Oficio de Navarra en el tribunal de Logroño, después en 1789 obtendrá el puesto de Secretario General de la Inquisición en Corte y al año siguiente el de canónigo de la catedral de Calahorra, lo que le obligará a residir en esta ciudad.

 Formaba parte  de la élite intelectual española de la época y tenía amistad con el ministro Godoy. Asimismo escribió numerosas obras como por ejemplo “Noticias Históricas de las Tres Provincias Vascongadas”, “Discursos histórico-canónicos sobre los beneficios patrimoniales de las iglesias parroquiales del Obispado de Calahorra y la calzada” o “Monumento romano descubierto en Calahorra a 4 de marzo de 1788, con cuya ilustración se demuestra el uso del cómputo de la era española antes de la venida de los godos y aún del redentor”, en la cual se habla de una lápida romana encontrada en Calahorra perteneciente a un soldado de caballería  llamado Julio Longinos. Así como otra obra que ahora nos ocupa y titulada “Disertación Geográfica sobre La Rioja”. Fue miembro de la Sociedad Riojana de amigos del país. Murió el 7 de febrero de 1823.

La Disertación sobre cual deba ser la extensión de La Rioja:

 

Como ya hemos mencionado en otros artículos, la Sociedad Riojana de amigos del país fue fundada en Fuenmayor en 1790. Inicialmente sus integrantes eran solo 54 pueblos riojanos, la mayoría de
Lugar de Rincón donde estaba la casa de los Llorente
ellos de La Rioja Alta. Sin embargo, en sus mismas actas fundacionales ya se invita al resto de pueblos riojanos a pertenecer a ella.

Poco a poco van integrándose más y más localidades en la sociedad, de manera que empiezan a surgir conflictos entre ellas en cuanto a objetivos. Los pueblos  cosecheros de vino querían hacer un camino de Logroño a Gimileo, mientras que a los pueblos no cosecheros no les interesaba invertir dinero en esa ruta, urgiéndoles más que se comenzasen a arreglar los malos pasos que había en cada municipio.

Para poner solución a estas desavenencias, el rey dictamina el 22 de junio de 1801 la modificación organizativa de la institución riojana. Hasta ese momento la junta directiva de la sociedad estaba constituida  por un representante de cada municipio, pero ahora  en su lugar habría una junta de 20 miembros nombrados por el obispo de Calahorra Don Francisco- Mateo Aguiriano Gómez. Asimismo, también  manda ensanchar el ámbito de actuación de la sociedad a la totalidad de La Rioja, algo que como hemos visto ya se pretendía realizar desde un comienzo. Esto permite la entrada en ella de los pueblos de La Rioja Baja, los cuales tardaron en integrarse por problemas político-administrativos que más tarde explicaremos. Circunstancia que posibilita además la incorporación de nuestro protagonista, Juan Antonio Llorente, que  otorga a la sociedad un aire de prestigio intelectual. Pero hay un detalle importante en este aspecto y es que se agrandaba el ámbito de actuación específicamente a La Rioja comprendida en el mapa de Tomás López  de 1769.

El aspecto de que su ámbito estuviera circunscrito al mencionado mapa, supuso la crítica que sepamos de al menos dos personas: Antonio Norberto Fernández de Navarrete, hermano del ilustre Don Martín y del personaje que ahora nos incumbe, Juan Antonio Llorente. Ambos criticaban el mapa de Tomás López por no corresponderse bien a La Rioja verdadera, por tener algunas deficiencias, como unos límites más reducidos que los de La Rioja auténtica, habiéndose dejado localidades riojanas fuera sin que aparecieran dentro del mismo. Esta muy completo y elaborado en cuanto a La Rioja Alta se refiere, pero tiene grandes omisiones y defectos en lo que respeta a la Baja. El autor probablemente no estaría nunca en La Rioja, si no que se guiaba por informes lejanos. En su defensa hay que entender los métodos tan rudimentarios de la época y que no se disponía de ningún precedente, ya que es el primer mapa existente de la región. El propio Tomás López tampoco consideraba perfecto su trabajo ni mucho menos. Incluso 24 años después de su elaboración continuaba solicitando y recopilando información sobre pueblos riojanos. Además tenemos documentos de la época en los que los propios pueblos riojanos le resaltan algunos defectos a su obra.
Mapa de La Rioja de Tomás López (año 1769)

Este es pues el motivo por el cual Llorente  realiza su discurso titulado “Disertación geográfica para demostrar cual deba ser la extensión de La Rioja” que fue presentado en las juntas generales de la sociedad riojana celebradas en Logroño en 1805. El documento fue encontrado por el historiador Felipe Abad León en los archivos de los Fernández de Navarrete. En él intenta delimitar correctamente a La Rioja, para ello traza sus límites y concluye diciendo: “En estos cuatro límites está el nacimiento curso y fin de los siete ríos, cuyos orígenes y formación  distinguen eternamente a La Rioja de otras provincias españolas, sin que apenas quepa en la geografía otra mejor ni más claramente demarcada”. También Llorente intenta justificar las deficiencias del mapa diciendo que sin duda Tomás López se informó de “los comerciantes riojanos establecidos en Madrid, pues casi todos son de Tierra de Cameros”. Refiriéndose a que esta parte de La Rioja está muy bien realizada por tener informadores autóctonos en Madrid, sin embargo tiene deficiencias en cuanto a otras zonas. Posteriormente realiza un listado de pueblos riojanos que no aparecen integrados en el mapa, como Enciso,  Igea, Munilla, Zarzosa,  Cornago o Cervera del Río Alhama.

(En las fotos un retrato de Juan Antonio Llorente elaborado por Goya, el lugar en Rincón de Soto donde se situaba la casa de los Llorente, en la actualidad el ayuntamiento de esta localidad y el mapa de Tomás López de 1769 criticado por nuestro protagonista)

Para saber más sobre Juan Antonio Llorente: Los textos de Jesús Cáseda Teresa referentes a este ilustrado, algunos de ellos visibles en la base de datos Dialnet. 

Para saber más sobre su disertación: Los libros "La Rioja Provincia y Región de España" de Felipe Abad León, "La Diputación Provincial de La Rioja" de Francisco Bermejo y José Miguel Delgado Idarreta y "La Rioja Contemporanea" de Francisco Bermejo.


domingo, 26 de agosto de 2018

LOS SUCESOS DE ARNEDO DEL 5 DE ENERO DE 1932. UN CONFLICTO TRÁGICO EN EL MOVIMIENTO OBRERO.

Arnedo vivió en 5 de enero de 1932 un suceso trágico en el que murieron por balas de fusil 11 personas en el transcurso de una manifestación. Entre ellas un niño de cuatro años. Además resultaron heridas otras 30 y un guardia civil.

Fotografía tomada tras los sucesos de Arnedo
Este desastre se vio incubado por las elecciones municipales de 1931 que trajeron a España la segunda república. Cuando estas se sucedieron el patrón de la fábrica Calzados Muro, Felipe Muro, mando a sus obreros a quien debían votar, supeditando su permanencia en la fábrica a la condición de que lo hicieran por los monárquicos. Algunos empleados que querían ejercer con libertad el sufragio se opusieron, por lo que fueron despedidos y con ellos se solidarizaron otros cuantos más de trabajadores. Se solicitaron varios arbitrajes para encontrar una solución al conflicto, cuyos dictámenes Felipe Muro se negó a cumplir porque no le beneficiaban. Asimismo realizó numerosas triquiñuelas para retrasar el arreglo, como cambiar la titularidad de la fábrica o incluso utilizó a empleados leales para que mandaran escritos a la prensa provincial, en concreto al periódico conservador Diario de La Rioja, para que dieran una versión de los hechos favorable hacia su persona. Según cuenta el diputado socialista de entonces por La Rioja, el Sr. Sabrás, se jactaba de que antes cerraría la fábrica que admitir a los trabajadores.

El 5 de enero se declaró huelga general en Arnedo como un intento de resolver el conflicto y ese mismo día se anuncia la resolución del problema, no por decisión del Sr. Muro que seguía con su negativa, si no porque se había acordado emplear a los trabajadores despedidos en otras empresas arnedanas. En señal de triunfo se organiza una manifestación, que en su trayecto se dirige a la plaza de la república donde hay presentes un grupo de guardias civiles. Es en este momento cuando tiene lugar la tragedia.

Lo que sucedió exactamente a continuación es difícil de determinar ¿Quién dio el primer disparo? ¿Fueron los manifestantes los que dispararon contra la Guardia Civil y posteriormente estos respondieron o al contrario? Como es habitual existen diferentes versiones, como la del gobernador civil y la de los ciudadanos, plasmada esta última por el incombustible diario provincial LA RIOJA, con línea editorial entonces liberal. Las visiones parecen inclinarse porque fuera la Guardia Civil la primera en disparar y se sospecha que el único Guardia herido lo fuera por su propia arma.

Al día siguiente, el día 6, se convocó una huelga general en Arnedo y tuvo lugar el entierro de las víctimas. La comitiva del mismo iba precedida de agrupaciones obreras de La Rioja, Navarra y Aragón, diputados de centro e izquierda, autoridades riojanas y delegados del gobierno. Durante el sepelio se escuchó un “muera la Guardia Civil” que ocasionó alguna confusión con algunas carreras y sustos.

Como reacción a los hechos mencionados el día 7 se hizo una huelga general en toda La Rioja, que se llevó a cabo sin incidencias. El parón en Logroño fue total, cerrando todo tipo de negocios.
A raíz de estos incidentes la opinión pública se vio horrorizada y los sucesos de Arnedo conmovieron a toda España, a las cortes y al gobierno. Arnedo quedó como recuerdo de los ideólogos del movimiento obrero del momento.

Para saber más:https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=81576

(Fotografía tomada tras los sucesos de Arnedo en la plaza de Nuestra Señora de Vico)